La mayoría de las bolsas de plástico de un solo uso terminan dispersadas en la naturaleza o concentradas sobre terrenos dedicados a los residuos, adonde se deterioran lentamente en finas partículas, y contaminan la tierra y los ríos, hasta encontrarse, al final de la cadena, en nuestra alimentación. Frecuentemente mezcladas a los residuos orgánicos, estas bolsas de plástico reducen considerablemente la calidad del compost producido en el centro de tratamiento, y obstaculizan la eficiencia del proceso de clasificación. En el siguiente ejemplo, veremos de que manera estas problemáticas pueden ser resueltas al nivel de los mercados de productos alimenticios, y las múltiples ventajas que pueden ser aprovechadas.
Plan en cinco puntos:
- Apertura de puntos oficiales de venta de “bolsas sostenibles” (de plástico resistente, de tela), en donde cualquiera puede comprarlas a bajo precio. Además, estos puntos oficiales reemplazan gratuitamente con nuevas las bolsas sostenibles cuando estas sean dañadas, lo que permite recolectarlas y tratarlas antes que sean tiradas en la naturaleza.
- Determinadas personas vendrán también estas bolsas a proximidad de los mercados alimenticios. Estas personas podrán asimismo completar sus ingresos recolectando eventualmente las bolsas dañadas para intercambiarlas con nuevas que podrán vender.
- Prohibición a los comerciantes del uso de bolsas de plástico usual, por medio de multas, sobre ciertos mercados alimenticios durante una fase de prueba.
- Colecta de los residuos estrictamente orgánicos sobre estos mismos mercados.
- Creación optima de compost con estos residuos orgánicos.
Resultados en siete puntos:
- Reducción de los residuos de plásticos no-reciclables; y del costo de su procesamiento (colecta, transporte, tratamiento, descontaminación de sitios).
- Producción de compost-abono de mayor cualidad, que se puede utilizar directamente o vender.
- Ingresos económicos para el Estado: venta de bolsas sostenibles, reventa del compost, multas sobre los comerciantes infractores.
- Creaciones de empleos de vendedores de bolsas.
- Aumento de los beneficios de los comerciantes que no tienen que pagar las bolsas de sus clientes.
- Mejoramiento de la cualidad de vida: encanto estético de los mercados valorado y disminución de las incomodidades (suciedad, olor) ; disminución de la contaminación en los espacios naturales y de los ríos ; aumento de la atracción turística.
- Las bolsas oficiales, conllevando la posibilidad de imprimir mensajes, se presentan como excelentes soportes de comunicación global.
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Este ejemplo simple demuestra concretamente las posibilidades que existen de reducir las molestias producidas por los residuos actualmente no tratables y de valorar las pérdidas orgánicas que benefician al medio-ambiente, dinamizando al mismo tiempo la economía y la imagen de la Nación.
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F. Gagnant